

Originario de China, el Acer buergerianum es una de las especies más apreciadas en el mundo del bonsái por su elegante follaje y exuberante corteza. Sus hojas, que varían en forma y color, pueden variar en tono desde el verde claro al rojo intenso, a menudo con márgenes dentados o lobulados. La corteza del tronco es lisa y de color grisáceo, con patrones sutiles descascarados que añaden textura e interés visual al árbol. Es una planta de crecimiento moderado y ramificación delicada, lo que la hace ideal para cultivar como bonsái.
Luz solar : Acer buergerianum, también conocido como arce tridente, prefiere luz solar parcial o total. Debe recibir sol directo por la mañana y sombra parcial por la tarde para protegerlo del intenso sol del mediodía.
Riego : Mantener la tierra ligeramente húmeda, pero evitando encharcamientos. Al arce tridente no le gusta el suelo seco. Utilice una mezcla de tierra para bonsáis que drene bien.
Humedad : Acer buergerianum aprecia niveles moderados de humedad. Para aumentar la humedad, puedes colocar la maceta del bonsái sobre una bandeja con agua y piedras.
Poda : La poda regular es importante para dar forma y mantener la forma del bonsái. Puedes pellizcar el nuevo crecimiento para estimular la ramificación.
Fertilización : Fertilice su Acer buergerianum durante la temporada de crecimiento (primavera y principios del verano) con un fertilizante soluble en agua. Reducir o suspender la fertilización a finales del verano y en otoño.
Trasplante : trasplante su Acer buergerianum cada 2 o 3 años, generalmente a principios de la primavera, antes de que comience el nuevo crecimiento. Utilice una mezcla de tierra para bonsáis que drene bien.
Floración : Acer buergerianum produce pequeñas flores amarillas y verdes, pero es más conocido por su follaje colorido en el otoño. La poda puede ayudar a fomentar un crecimiento más denso y colorido.
Ficha técnica