

Originaria de Japón, la Azalea Satsuki es una de las especies más apreciadas en el mundo del bonsái por su espectacular floración primaveral. Sus flores, que varían en color y forma, pueden presentar múltiples tonalidades en la misma planta, desde blancos puros hasta rosas intensos y rojos vibrantes, a menudo con rayas, manchas o márgenes contrastantes. Es una planta de crecimiento compacto y hojas pequeñas, lo que la hace ideal para cultivar como bonsái.
Luz solar: Las azaleas Satsuki prefieren sombra parcial. Deben recibir luz solar parcial o sol por la mañana con sombra por la tarde. Proteger del sol intenso del mediodía.
Riego: Mantener la tierra húmeda, pero no empapada. A las azaleas no les gusta secarse por completo. Utilice una mezcla de tierra para bonsáis que drene bien.
Humedad: Las azaleas aprecian niveles más altos de humedad. Para aumentar la humedad, coloque la maceta del bonsái sobre una bandeja llena de agua y guijarros.
Poda: La poda regular es esencial para dar forma y mantener la forma compacta del bonsái. Elimine el crecimiento nuevo para estimular la ramificación.
Fertilización: Fertilice su azalea durante la temporada de crecimiento (primavera y principios del verano) con un fertilizante soluble en agua. Reducir o suspender la fertilización a fines del verano y en otoño.
Trasplante: trasplante su azalea cada 2 o 3 años, normalmente a principios de la primavera, antes de que comience el nuevo crecimiento. Utilice una mezcla de tierra para bonsáis que drene bien.
Floración: Las azaleas son conocidas por sus flores prolíficas y coloridas. La poda puede ayudar a fomentar la aparición de más flores. Por lo general florecen desde finales de primavera hasta principios de verano.
Ficha técnica